Ora, pois!

Não acredito que eu gostava

De arroz com ovo frito

Quando lembro sinto no peito um nó

Esse prato temperado pelas mãos mágicas da minha vó.

Deitado no sofá, atrás de mim à janela

E os sons que entravam dela me faziam acordar.

Com toda preguiça e vontade de dormir

Maior vontade era de brincar na rua.

Sob a luz da lua tantas cantigas de roda

E sorrisos cândidos nos rostos miúdos de todos nós:

Pique-esconde, chicotinho-queimado, pipa ao vento,

fazer cata-vento, apanhar fruta no pé.

Quantos dias, quantas noites de alegrias, de sonhos e aventuras!

Essa infância que recordo é saudosa, mas faz parte acabar.

Por enquanto digo quem dera que eu possa ao menos avistar

E espero ansioso novos dias que eu possa ao menos visitar

Meus próprios anjinhos a saltitar.

E repetir o que minha mãe dizia:

-Ei, menino, tá na hora de entrar!

Vanderson Godoi

Son niños todavía

Son niños todavía, buscan refugio en su actuar, no hay mayor muestra que me lo pueda demostrar, que sus manos pintadas, y sus escasos minutos de receso aprovechados para fatigarse tras un balón.

Se cansan y sueñan, se ilusionan y toman dictado, algunos se asombran con la historia universal, y otros esperan un descanso para escuchar algo de supuesto punk-soft o música emotional.

Protestan si saber porque, gritan con afán desmedido, y se maquillan en una inocencia comprometida, en el refugio de las horas en un salón.

Hay quién estudia y quién no, quién roba y quién no, quién ama a muchas o muchos, y los que aman igual, pero callan.

Son niños, que se escapan de su niñez, que la bordean y la quieren saltar, pero no pueden, porque siguen siendo niños.

Goyette Dos Gallos

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